Desarrollo precoz un gran sentido de la justicia
Por qué los niños con altas capacidades desarrollan de forma precoz un gran sentido de la justicia
Es una de las características comunes a muchos niños y niñas con altas capacidades: su afilado sentido de la justicia.
En los niños y niñas con altas capacidades hay características comunes a la mayoría de ellos, independientemente del modelo en el que encajen. Una de ellas es el sentido de la justicia, que tienen muy desarrollado. Tanto que suelen ser especialmente rígidos con este tema. Dicho de otro modo, si eres padre o madre de un peque con altas capacidades, es muy probable que tengas la sensación de que tienes un hijo o hija policía. ¿Te pasa?
Explican en tono distendido Olga Carmona y Alejandro Busto, psicólogos especializados en altas capacidades y autores de un libro de referencia en esta cuestión, Hijos con altas capacidades. El reto de educarlos, que tienen la sensación de que los peques con altas capacidades aprenden antes a decir “¡Esto no es Justo!” que “mamá” y “papá”. Es una exageración, pero así introducen en su libro la cuestión del sentido de la justicia en las altas capacidades.
Otra fuente de autoridad en altas capacidades, AEST (Asociación Española para Superdotados y con Talento), confirma que esto del sentido de la justicia muy desarrollado y de forma precoz, es común en un alto porcentaje de niños y niñas con altas capacidades.
Así lo reflejaron, indican desde AEST, los estudios de la psicóloga estadounidense Leta Hollingworth (1886-1939), una de las precursoras en la materia, que advertía en su libro Los niños superdotados: su naturaleza y educación que “el 90% de los niños superdotados tienen una sensibilidad muy alta, así como un elevado sentido de la justicia”.
Un ejemplo del sentido de la justicia prematura
Olga Carmona y Alejandro Bust profundizan y explican en detalle está característica del sentido de la justicia afilado común a muchos niños y niñas con altas capacidades con una anécdota en su libro.
Es la siguiente: A., un niño de 5 años, acompaña a su madre a la frutería. En ella, le pregunta al frutero qué hace con el dinero con el dinero que le paga la gente, y este le dice que es un empleado y que la frutería tiene un dueño.
A sus 5 años, la respuesta de A. llama la atención de los presentes en el establecimiento: “¿Pero como que un dueño? ¿Entonces el dinero no es para ti? Pero si tú estás trabajando aquí, ¿dónde está ese dueño?”.
Parecía terminar así el interrogatorio, recordemos, de un niño de 5 años, pero cuando puso un pie en la puerta, cuentan Olga Carmona y Alejandro Busto que el pequeño se giró desde la puerta y le dijo al frutero: “Pero, ¿por lo menos te trata bien?”.
Precocidad
Sirva esta anécdota confesada por los dos psicólogos en su libro dedicado a la crianza de los niños y niñas con altas capacidades para intentar transmitir la precocidad con la que el sentido de la justicia se despierta en los niños y niñas con altas capacidades.
Eso sí, este sentido suele ser literal, a menudo descontextualizado de la realidad de la situación, ya que choca con la corta edad que tienen, lo cual les hace, lógicamente, no tener en cuenta otros factores que pueden tener que ver en eso que para ellos es una gran injusticia. En el caso de A. y el frutero, cómo funciona el sistema productivo y empresarial.
Pero que estén o no en lo cierto no quita para que ellos, en el juicio que hacen desde su prisma crean que se está cometiendo una injusticia. De hecho, no es de extrañar que los niños y niñas con altas capacidades, desde pequeños, y así lo avisa Mónica, maestra especialista en altas capacidades, se preocupen por temas sociales y políticos.
Su alta sensibilidad y su gran sentido de la justicia explica por qué lo hacen.
Fuente: https://www.serpadres.es/educacion/44153.html
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