Superdotados: del aburrimiento a los trastornos del aprendizaje
En los últimos años ha aumentado el número de diagnósticos de Trastornos del aprendizaje y la conducta. En algunas ocasiones, el TDAH se convierte en la explicación neurocognitiva del fracaso individual a nivel académico, social o laboral. Pero también se ha observado como, tras su valoración, detrás del TDAH hay personas con altas capacidades intelectuales. A través del siguiente post, vamos a ver la relación entre el TDAH, sus características y los/as niños/as superdotados/as.
¿Qué entendemos por una persona con altas capacidades intelectuales o superdotada?
Las personas con altas capacidades intelectuales o superdotadas, son aquellas que muestran una elevada capacidad de rendimiento en las áreas intelectual, creativa y/o artística. Además, pueden poseer una desusada capacidad de liderazgo o sobresalir en determinadas áreas académicas.
Se trata de una capacidad excepcional por lo que plantea importantes exigencias de recursos, tanto familiares como comunitarios.
Los niños y niñas superdotados/as tienen riesgo de padecer estrés psicosocial, aislamiento o incumplimiento de posibles logros. Precisan servicios y actividades que normalmente no se ofrecen en nuestras escuelas.
Esta alta capacidad puede expresarse de diferentes maneras, las más comunes son las siguientes:
- Superdotación: capacidad intelectual global por encima del percentil 75 (P75) en todos los ámbitos de la inteligencia.
- Talento: alta puntuación (P90) en una o varias aptitudes intelectuales, pero no en todas. Puede darse en áreas como el deporte, música, etc.
- Genio: alta capacidad intelectual, sumada además a una alta creatividad y productividad.
La conducta del niño superdotado: semejanzas y diferencias con el TDAH
En muchas ocasiones, el TDAH se ha convertido en la explicación al mal rendimiento académico. Además, la conducta de las personas superdotadas en clase, plantea similitudes con el TDAH. Estos niños/as, pueden aburrirse por su alto nivel cognitivo. Este es uno de los motivos por los que cada vez acuden más niños/as superdotados/as a las consultas neurológicas.
El perfil de estos pacientes corresponde a un niño/a que no muestra atención. Inicia muchos proyectos pero no los termina, pueden considerarlos irrelevantes. Además son desorganizados y pierden los trabajos. En lo que afecta a su conducta, les cuesta restringir su deseo de hablar, cuestionan las normas e incluso pueden plantear conflictos con alguna autoridad (profesorado, etc.).
Las personas con TDAH no son capaces de explicar ni su falta de atención ni su conducta. En cambio los superdotados, sí. Estos problemas del aprendizaje y los comportamientos disruptivos, no se manifiestan en todas las situaciones o ambientes.
Aunque parece evidente, no siempre es tan fácil el diagnóstico diferencial del TDAH versus altas capacidades intelectuales. El diagnóstico de TDAH, no es incompatible con un elevado nivel cognitivo. En estos casos nos encontramos con lo que se denomina un alumno/a doblemente excepcional.
La situación actual de las personas superdotadas
Según las estadísticas, el 70% de los alumnos superdotados tienen un bajo rendimiento escolar, de los que entre un 30-50% termina en fracaso escolar. Las causas de este trastorno están condicionadas por diferentes factores.
El factor más importante depende de las propias características de estas personas. Son personas muy perfeccionistas y con miedo al fracaso. Además, su nivel cognitivo y la facilidad que tienen por aprender, puede llevarles al aburrimiento y la desmotivación.
También los niños/as con altas capacidades pueden asociar otros trastornos como TDAH, TEA, trastornos de conducta o trastornos del estado del ánimo. Esto pueden condicionar un rendimiento académico inferior al esperado para su nivel cognitivo.
El número de casos identificados en España es inferior al que muestran las estadísticas internacionales. Un motivo es el desconocimiento por parte de los profesionales que tratan con niños/as. La consecuencia inmediata es una falta de medidas y la adaptación curricular pertinente para evitar el fracaso escolar. Otras veces y a pesar se estar correctamente identificados, existe una ausencia de un tratamiento psicopedagógico apropiado.
Hoy en día se sigue trabajando en el estudio de niños y niñas superdotados/as, así como en las medidas educativas apropiadas. Aunque estas están presentes en la legislación, la realidad es otra bien diferente.
Estos/as niños/as deben considerarse personas con riesgo neuropsicológico. Es importante identificarlas y establecer las medidas psicoeducativas apropiadas de manera temprana. La clave está en anticiparse y evitar posibles problemas en el ámbito personal, social y académico que les puedan surgir.
Fuente: Superdotados: del aburrimiento a los trastornos del aprendizaje – Neural
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