El problema más común que veo en mi trabajo, es el niño que tiene dificultades en la escuela porque no piensa ni aprende en el mismo nivel o de la misma manera que el resto del aula.
Muchos estudiantes superdotados con los que trabajo son lo que se llaman estudiantes viso-espaciales (aquellos que aprenden holísticamente). Ellos, como todos los niños, desean encajar desesperadamente, pero en nuestras aulas típicas, diseñadas para estudiantes secuenciales-lineales (aquellos que aprenden paso a paso y en sucesivamente), no pueden.
Estos son niños que son altamente creativos en matemáticas, arte, tecnología, ciencia o emociones, de maneras que a menudo son diferentes a la norma. Ya que muchas escuelas se enfocan más en la enseñanza y las pruebas lineales-secuenciales, estos niños tienen menos herramientas de aprendizaje a su disposición.
Como resultado, pueden comportarse mal, callar y deprimirse, y, debido a que tienen diferentes necesidades de aprendizaje, a menudo se les diagnostica problemas de aprendizaje en lugar de superdotación.
De hecho, los niños superdotados son más propensos que cualquier otra población a ser diagnosticados erróneamente. Si bien, sus necesidades se atenderían mejor a través de vías más rápidas y diferentes en la educación, en su lugar se los puede ubicar en clases especiales donde el ritmo es más lento y a menudo se enfatiza la memorización. Esto exacerba su aburrimiento y puede llevar a la depresión, a una mayor incidencia de síntomas de TDAH, a mala conducta y a problemas sociales y de autoestima profundos.
El resultado: tenemos una receta para el
desastre y el sufrimiento, tanto para el niño superdotado como para otros estudiantes en su clase. Años después, el impacto sigue siendo que muchos adultos superdotados hoy en día, irónicamente,
no se ven a sí mismos como inteligentes y
están subutilizando sus fortalezas. Esto no es bueno para nuestra sociedad en su conjunto.
Lo que he observado, es que nos atascamos tratando de entender esto en términos de nuestros yoes «normales» y de la gente «normal». Las personas superdotadas están conectadas de manera diferente, y creo que, si realmente entendiéramos la superdotación con todos sus desafíos y dones reales, también podríamos apreciarnos más a nosotros mismos, sin importar en qué escala nos encontremos.
Si tu hijo tiene dificultades y crees que puede ser altamente superdotado, busca ayuda. Forzar a una clavija cuadrada para que encaje en un agujero redondo, puede ser perjudicial. Cuando se les permite aprender lo que necesitan y socializar con aquellos con quienes se conectan naturalmente, estos niños superdotados encontrarán su lugar entre el resto de nosotros para que todos podamos beneficiarnos.
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